Los 4 principios de Robert Rubin para decidir bajo la incertidumbre

 

Los principios que llevaron a un trader de Goldman Sachs a dirigir la economía de Estados Unidos.


¿Quién es Robert Rubin y por qué deberíamos escucharlo?

Imagínate por un momento que tienes que elegir a alguien para gestionar tu dinero.

¿A quién elegirías?

¿A alguien que ha navegado los mercados durante décadas?

¿A alguien que ha sobrevivido a múltiples crisis?

¿A alguien que ha tomado decisiones que afectaron a la economía mundial?

Robert Rubin es esa persona.



Su currículum es abrumador:

Pero lo que realmente lo diferencia no son sus títulos.

Es su filosofía (explicada en este libro que Ray Dalio recomienda).

Rubin entiende algo que la mayoría ignora.

En los mercados financieros, como en la vida, la incertidumbre es lo único cierto.

Mientras otros buscan certidumbres, él abraza la duda.

Mientras otros se paralizan ante la incertidumbre, él actúa.

Mientras otros juzgan por resultados, él evalúa por procesos.

En sus propias palabras:

“He aprendido que la única forma de tomar buenas decisiones es aceptar que nunca tendrás toda la información que quisieras tener.”

Esta mentalidad lo llevó desde los trading floors de Wall Street hasta las reuniones del G7.

Y estos son los cuatro principios que lo guiaron.

Principio 1: No hay certezas

“La única certeza es que no hay certezas.”

Esta frase define toda la filosofía de Rubin hacia los mercados. Y es la más difícil de aceptar.

Nuestro cerebro está evolutivamente programado para buscar patrones, certidumbres, respuestas definitivas.

Queremos creer que existe el indicador perfecto que nunca falla, el patrón que se repite eternamente, el gurú que siempre acierta, la estrategia infalible. Pero es una ilusión peligrosa. La mayoría de inversores dedican años buscando esa fórmula mágica. Y mientras la buscan, se pierden oportunidades reales, tangibles, rentables.

Rubin hace una distinción que pocos entienden.

El riesgo es conocer las probabilidades (como en el ejemplo del blackjack el otro día).

La incertidumbre es cuando las probabilidades son desconocidas (como en los mercados).

La ruleta es arriesgada. La evolución de Apple es incierta. En la ruleta, sabemos que hay 18 números rojos, 18 negros y 1 verde. Las probabilidades son precisas. En los mercados, ¿Cuál es la probabilidad de que Apple suba un 10% el próximo año? Nadie lo sabe realmente. Esta distinción lo cambia todo.

La lección del COVID

Marzo de 2020. El mundo se paraliza. Los mercados colapsan. ¿Qué sabíamos con certeza? Nada. ¿Cuánto duraría la pandemia? Nadie lo sabía. ¿Qué sectores se recuperarían primero? Imposible predecir. ¿Cómo respondería la política fiscal? Total incertidumbre. ¿Habría una segunda ola? Los expertos se contradecían.

Los inversores se dividieron en dos grupos.

Grupo 1 → Los que buscaron certeza.

“Esperaré a que la situación se aclare.”

“Cuando tengamos más información sobre la vacuna...”

“Necesito saber cómo va a evolucionar esto...”

Grupo 2 → Los que abrazaron la incertidumbre.

“No sé qué va a pasar, pero sé que los gobiernos van a imprimir dinero masivamente.”

“La historia muestra que las crisis generan oportunidades.”

“No puedo predecir cuándo, pero esto se va a recuperar.”

¿El resultado?

El Grupo 1 se perdió una de las recuperaciones más rápidas de la historia. El Grupo 2 obtuvo rendimientos del 50-100% en menos de un año.

¿La lección de Rubin? La certeza es un lujo que los mercados nunca ofrecen. Los que la buscan se quedan atrás. Los que actúan sin ella se adelantan. Como diría Bezos, hay que decidir con el 60% de la información disponible. Pero eso lo veremos más adelante.

El sesgo mortal

Rubin advierte sobre el peligro del exceso de confianza.

Para servidor el exceso de confianza es el sesgo mortal de cualquier inversor.

Y es que los estudios muestran que las personas proyectan rangos de resultados demasiado estrechos.

En los últimos 75 años, Estados Unidos ha vivido una depresión, múltiples guerras, crisis energéticas, ataques terroristas, pandemias globales. ¿Cuántos de estos eventos fueron ampliamente anticipados? Ninguno.

Cuando tomes decisiones de inversión, no preguntes “¿Qué va a pasar?” Pregunta “¿Qué podría pasar y cómo me posiciono para múltiples escenarios?

Esa es la mentalidad de Rubin.

Y es lo que separa a los ganadores de los perdedores.

Principio 2: Decidir es pesar probabilidades y payoffs

“Las decisiones no son solo sobre probabilidades. Son sobre probabilidades y consecuencias.”

Este es el principio que más dinero te puede hacer ganar. O perder.

¿Por qué? Porque el 90% de los inversores se obsesionan con estar en lo correcto (alta probabilidad) e ignoran completamente las consecuencias (payoffs).

Tu cerebro está evolutivamente programado para evitar pérdidas. Una pérdida tiene aproximadamente 2,5 veces el impacto psicológico de una ganancia del mismo tamaño. Por eso buscas desesperadamente inversiones de alta probabilidad.

Pero eso puede arruinarte.

Imagina una acción “segura”, que evolucionará según estas probabilidades y payoffs:

  • 75% probabilidad de cumplir expectativas → Sube 2%

  • 25% probabilidad de fallar → Cae 10%.

¿Te parece una buena inversión? Hagamos los números.

Valor esperado = (0,75 × 2%) + (0,25 × -10%) = 1,5% - 2,5% = -1%.

¡Probabilidad alta, valor esperado negativo!

Esta es la inversión favorita de muchos.

Y la pesadilla de los profesionales.

La fórmula de Rubin para evaluar cualquier inversión

Paso 1: Define 3-5 escenarios realistas.

Paso 2: Asigna probabilidades honestas a cada uno.

Paso 3: Estima el payoff de cada escenario.

Paso 4: Calcula el valor esperado.

Paso 5: Si es positivo y atractivo, actúa. No busques certezas. Busca asimetrías favorables.

Lo definimos en el último artículo pero NO me cansaré de hablar sobre ello:

Principio 3: La acción es obligatoria, incluso con información incompleta

“La indecisión es también una decisión.”

Esta frase de Rubin rompe uno de los mitos más peligrosos de la inversión.

El mito de esperar más información.

“Esperaré a ver los resultados del próximo trimestre.”

“Cuando publiquen la regulación definitiva, ahí invertiré.”

“Necesito más claridad sobre los tipos de interés.”

¿Te suena familiar?

Esta es la procrastinación disfrazada de diligencia. ¿Por qué es tan peligrosa? Porque cada día que no decides, estás decidiendo.

Estás decidiendo mantener efectivo (que se devalúa con la inflación), mantener tu posición actual (que puede estar mal posicionada) o perder oportunidades que otros están tomando.

Lo mismo sucede con muchas empresas como las comentadas en la serie de X10 Ideas. Por ejemplo, este es el comentario de Carlos en el artículo de Actualización X10 Ideas: Oscar Health:

Fuente: Financial District

De hecho el artículo de hoy viene impulsado por comentarios como el de Carlos ese mismo día.

La clave está en decidir sin tener toda la información completa.

En el caso de Oscar Health, si decidimos invertir en la empresa cuándo el MLR mejore, está claro que nos perderíamos gran parte de la subida.

La oportunidad se presenta cuando le falta cierta información al mercado.

Pero tú tienes que decidir.

El caso de Oscar es un claro ejemplo.

Desde el artículo publicado, y sin tener noticias nuevas de la empresa, la cotización de Oscar Health ha subido un +30%.

Eso son inversores comprando sin tener la certeza total de cómo evolucionará el MLR de la empresa. Ni sus ingresos. Ni el crecimiento de miembros. Ni nada.

Pero están actuando.

Mientras tú esperas.

Y…

Los mercados no esperan

Marzo de 2009. Los mercados tocan fondo. Algunos inversores decían:

“Esperemos a ver si hay más bancos que quiebren.”

“Necesitamos más claridad sobre las ayudas del gobierno.”

“¿Y si hay una segunda oleada de crisis?”

Los que aplicaron el principio de Rubin:

“No sé cuándo tocará fondo exactamente, pero sé que esto está sobrevendido.”

“Los gobiernos van a hacer lo que sea necesario para evitar una depresión.”

“La historia muestra que las crisis crean las mejores oportunidades.”

¿Resultado?

Lo sabes. Lo sé. Lo sabemos.

Los prudentes se perdieron ganancias del 200-400% en muchas cotizadas.

Los que actuaron con información incompleta multiplicaron su patrimonio.

La metodología de acción de Rubin

  1. Define el plazo máximo de decisión. Voy a decidir antes del viernes. No negociable.

  2. Lista la información mínima necesaria. ¿Qué datos necesito realmente para decidir? No todo lo que me gustaría saber.

  3. Busca solo esa información. Enfoque láser. Evita la espiral de solo un dato más.

  4. Actúa en el plazo definido. Con la información disponible. Sin excusas.

  5. Ajusta sobre la marcha. Las decisiones se pueden modificar. La inacción indefinida, no.

Principio 4: Evaluar decisiones por el proceso, no por el resultado

“El resultado a corto plazo es una función del azar. El proceso es una función de la habilidad.”

Este es el principio más difícil de internalizar. Y también el más importante.

¿Por qué?

Porque como dijimos hace una semana, tu cerebro está programado para hacer exactamente lo contrario. Cuando algo sale bien te crees un genio. Cuando algo sale mal, ha sido mala suerte.

Esta confusión mental arruina más fortunas que todas las crisis juntas.

El libro de decisiones

Rubin desarrolló una metodología que cambió para siempre cómo evalúa sus decisiones.

El libro de decisiones.

En él documentaba religiosamente todo el análisis que llevó a cada decisión.

¿Qué información tenía? ¿Qué escenarios consideré? ¿Qué supuestos hice?

Las probabilidades asignadas a cada escenario.

Números específicos, forzaba precisión en su pensamiento.

El resultado real.

Sin excusas ni justificaciones, solo hechos. Que ya me conozco yo la del “si pero me ha dado un 5% de dividendo”.

Calcula bien las operaciones con todo. Ingresos. Costes. Efecto divisa. Variación de precio.

En definitiva, calcula el TOTAL RETURN en tu moneda local.

Y las lecciones aprendidas.

¿Qué sesgos tengo? ¿Dónde puedo mejorar?

Cada tres meses, Rubin revisaba todas sus decisiones.

No para recriminarse por sus errores.

Para identificar patrones en su proceso de pensamiento.

Después de años, Rubin descubrió algo sorprendente.

Sus peores decisiones no eran las que habían generado pérdidas. Eran las basadas en análisis superficial o emociones. Inversamente, algunas de sus mejores decisiones habían generado pérdidas a corto plazo, pero estaban fundamentadas en análisis riguroso y gestión inteligente del riesgo.

Cómo aplicar esto en tu vida

Paso 1: Crea tu propio libro de decisiones. Para cada inversión importante, documenta fecha y contexto, análisis realizado, escenarios considerados, probabilidades asignadas, resultado esperado, tamaño de posición y por qué.

Paso 2: Revisión trimestral obligatoria. Sin excusas. Cada tres meses, revisa todas tus decisiones del trimestre. No juzgues por resultado a corto plazo. Juzga por calidad del proceso.

Paso 3: Identifica patrones. Después de varios trimestres, busca:

¿Cuáles fueron tus mejores procesos?

¿Qué sesgos aparecen repetidamente?

¿Dónde eres sistemáticamente optimista/pesimista?

Paso 4: Refina y mejora. La mejora continua del proceso es lo que separa a los grandes inversores del resto.

La frase que lo resume todo

Como dice Rubin:

“No es que los resultados no importen. Sí importan. Pero juzgar solo por resultados es un impedimento serio para tomar los riesgos necesarios para tomar la decisión correcta. En pocas palabras, la forma en que evalúas las decisiones afecta la forma en que tomas las decisiones.”

Si evalúas por resultado a corto plazo, tomarás decisiones conservadoras, evitarás riesgos inteligentes, te perderás oportunidades asimétricas.

Si evalúas por proceso, tomarás riesgos calculados, abrazarás la incertidumbre, capturarás oportunidades que otros evitan.

Conclusión

Robert Rubin navegó 26 años en Wall Street y dirigió la economía de la nación más poderosa del mundo.

No porque fuera más inteligente que los demás.

No.

Simplemente tenía un proceso superior para tomar decisiones bajo incertidumbre.

Y es que el mundo está lleno de incertidumbre.

Los mercados financieros, más.

Los que aprenden a decidir bajo incertidumbre no solo sobreviven.

Prosperan.

Y tú puedes ser uno de ellos.

Esto es todo por hoy.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Plataformas para saber en qué invierten los grandes inversores o fondos de inversión

¿Seguirá la cartera de neurociencia de AbbVie impulsando el crecimiento de los ingresos?

Los mineros australianos de tierras raras están ganando dinero después de que Estados Unidos respaldara a sus rivales en la cadena de suministro de China.